Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando se estableció un puerto fluvial para el comercio de frutos del país y maderas.
Con el tiempo, se convirtió en un centro de recreación para la clase alta de Buenos Aires, que construyó mansiones de fin de semana en la zona.
Durante el siglo XIX, Tigre fue testigo de la llegada de inmigrantes europeos que se establecieron en la zona y comenzaron a trabajar en la construcción de canales y en la agricultura.
La ciudad también fue escenario de importantes acontecimientos políticos y sociales, como la Revolución de 1890 y la huelga de los trabajadores del frigorífico en 1904.
En el siglo XX, Tigre se consolidó como un importante destino turístico gracias a sus paisajes naturales, su patrimonio histórico y cultural, y su oferta de actividades recreativas y deportivas.